
𝐋𝐞𝐜𝐭𝐮𝐫𝐚: «Que él ya había prometido por medio de sus profetas en las santas Escrituras, les escribo acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que conforme a los hombres descendía de David.» (Rom 1:2-4)
La Navidad tiene nombres diferentes. Nosotros decimos Navidad. En portugués dicen ‘Natal’ y en francés Noel. Cambia el nombre, pero siempre es Navidad. Y «Navidad» tiene que ver con el nacimiento. Es la fiesta del nacimiento de Jesús. ¿Pero quién es él?
La primera respuesta podría ser: Jesús es ese pobre niño que nació en Belén. Pero para saber quién es este que nació en Belén, necesitamos escuchar la Biblia. Nos lleva a ver la Navidad de Jesús de una manera más amplia y clara.
En la Carta a los Romanos, hay una descripción de las buenas nuevas del evangelio de Dios, que habla de Jesús. ¿Pero quién es él? Él es «el Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo» (Romanos 1:4). ¿Pero qué significa esto? Él no es un «Hijo» como decimos que somos «hijos de Dios», personas a las que Dios ha dado nueva vida. Cristo es el Hijo de Dios en el sentido de ser el Hijo de Dios Padre, la segunda persona de la Trinidad. El texto bíblico continúa diciendo que Jesucristo es «nuestro Señor». Cuando se escribió este texto, «Señor» era un título que se usaba para Dios.
Pero Jesucristo también es un ser humano. Y, como ser humano, nació, sí, pobre, en Belén. Pero era un príncipe. Él era, y es, descendiente del rey David. Por eso también decimos que Jesús es el «Rey Jesús».
La Navidad es el nacimiento de Jesús. Un niño pobre que nació en Belén. Pero él es el Hijo de Dios y descendiente de David. Él es el Dios-Hombre. Verdadero Dios y hombre verdadero. Y este es el misterio de la Navidad, sobre el que siempre meditamos.
𝐎𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬: Oh Hijo de Dios, que tu corona y tu cetro nos traigan bendiciones abundantes. Amén.
Autor: Vilson Scholz
