
Lectura: «La ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.» (Juan 1:17)
Ha llegado la Navidad. Y con ello, otro ciclo de magia, sueños y expectativas termina. La contagiosa alegría de las fiestas, las tiendas decoradas, los espectáculos navideños, el intercambio de regalos, las familias reunidas en la cena de Navidad son marcas de identidad de la fiesta de hoy.
Pero, al fin y al cabo, ¿de qué Navidad estamos hablando? ¿La glamurosa Navidad de los centros comerciales? ¿La divertida Navidad de Papá Noel y sus renos? Esta Navidad, hermosa y llena de fantasía, está lejos de ser la verdadera Navidad. En la famosa canción popular «Y es navidad», interpretada por la cantante brasilera Simone, el autor se acerca a la esencia del verdadero significado navideño cuando dice: «Y es navidad[…] El año termina y nace otra vez. Y es Navidad, la fiesta cristiana. De lo viejo y lo nuevo. Del amor como un todo.»
Sí, la Navidad es la fiesta cristiana, del niño Jesús nacido en Belén. La fiesta que une la antigua promesa de la venida del Redentor con la nueva alianza de salvación consumada en la cruz del Calvario y sellada en la tumba vacía de Jesús resucitado. Esta es la verdad profunda y amorosa de la Navidad, del amor y la gracia que llega a todos. Como dice el apóstol Juan, «pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.» (Juan 1:17). Jesús – «la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria» (Juan 1:14).
Que este verdadero amor de Dios anime y consuele nuestros corazones en los momentos de alegría y tristeza, de comunión y anhelo que a veces nos provoca la fiesta de Navidad. Enraizados en este amor, podemos celebrar una Navidad bendecida, en la certeza de que Jesús es el camino, la verdad y la vida eternamente.
Oremos: Querido Dios, que el mensaje de la verdadera Navidad llene nuestros corazones de paz, amor y alegría, en la certeza del perdón y la salvación. En Cristo. Amén.
Autor: Thomas Heimann
