𝐋𝐞𝐜𝐭𝐮𝐫𝐚: «Oye, Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor es uno. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas» (Deuteronomio 6:4-5)
¿Alguna vez has oído hablar de la contracultura? La palabra sugiere algo así como «estar en contra de la cultura». Se refiere a un movimiento que comenzó en la década de 1960, liderado por jóvenes. Ser contracultural era «ser contrario», especialmente en el área del comportamiento. Por ejemplo, se cuestionó la religión y el concepto tradicional de familia. «Liberación» fue una palabra clave. El pelo largo y los pantalones oxfort (formato de campana) eran las manifestaciones más visibles de esta contracultura.
Hoy, 60 años después, la cultura está impregnada de este liberalismo. Hoy en día, ser contracultural es tener la audacia de poner el pie en la puerta de este «todo vale». Tanto es así que más que nunca el cartel que se cuelga en la puerta de la oficina de un pastor es cierto. El letrero dice: «Sé contracultural: ¡sigue los diez mandamientos!»
Los Diez Mandamientos son hoy ilustres desconocidos. Muchas personas mencionan los nombres de los jugadores de la Selección Nacional de futbol de 1982, pero no pueden recitar cinco de los diez mandamientos. Normalmente, hablar de los diez mandamientos nos recuerda inmediatamente a los mandamientos de la «segunda tabla». Y la gente se sorprende al escuchar que un mandamiento habla de «vivir una vida casta y decente». Sin embargo, el mandamiento más importante es el primero: «Amarás al Señor nuestro Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con todas tus fuerzas» (Deuteronomio 6:5). Confiar en Dios es creer en aquel que es la imagen del Dios invisible, Jesucristo.
Hoy es el Día de Todos los Santos, se puede decir que estos «santos» son todos del grupo de la «contracultura». Es decir, recibieron el don de amar a Dios y confiar en Jesús con todas sus fuerzas. Son «santos», son «pueblo de Dios». Santos contraculturales. Así que la invitación de hoy es que seas o sigas siendo contracultural y te aferres firmemente al Salvador Jesús.
𝐎𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬: Señor Dios, nuestra petición de hoy es una sola: danos mucho amor y confianza en Jesús. Amén.
Autor: Vilson Scholz