𝐌𝐢𝐫𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐜𝐢𝐞𝐥𝐨

𝐋𝐞𝐜𝐭𝐮𝐫𝐚: «Pongan la mira en las cosas del cielo, y no en las de la tierra» (Colosenses 3:2)

¿En qué piensas cuando escuchas la frase: «Deja de pensar en las cosas que hay aquí en la tierra»? Algunos piensan que es un mandamiento dejar de lado la familia, el trabajo y los planes de la vida cotidiana. ¡Pero no es así en absoluto! De hecho, la Palabra de Dios se refiere al cambio de enfoque que Jesucristo promueve en la vida de cada uno de nosotros.

La muerte y resurrección de Jesús tienen un impacto gigantesco en la vida de quienes creen en él. Al enviar a su Hijo, Jesucristo, a morir y resucitar por nosotros, Dios amaba amándonos, perdonándonos y cuidaba de nosotros. Lo hizo no para que dejemos de cuidar de la familia, el trabajo y las necesidades de la vida, sino para perdonar nuestros pecados, darnos un sentido de vida y cambiar nuestra forma de pensar. Al perdonar nuestros pecados en la cruz y resucitar el Domingo de Pascua, Jesús cambió nuestra perspectiva de la vida.

«Pongan la mira en las cosas del cielo, y no en las de la tierra» (Colosenses 3:2), escribió el apóstol Pablo. Jesucristo cambia nuestra perspectiva. Ya no respiramos muerte, sino vida. Dejamos de lado todo lo que representa la muerte, es decir, la incredulidad, la inmoralidad, la codicia, el odio, los insultos y las mentiras. Estas son las «cosas aquí en la tierra». En Jesús, llegamos a tener vida y todo lo que representa, es decir, fe, misericordia, bondad, humildad, paciencia, paz, perdón y gratitud. Estas son las «cosas de arriba», y no se originan en el corazón humano, sino que son dones de Dios.

Sepan que Dios, que está en lo alto, pensó y sigue pensando en nosotros, todos los días.

𝐎𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬: Querido Dios de amor, gracias por el don de la vida en Jesucristo. Transforma nuestras vidas para que, viviendo aquí con alegría, siempre pensemos en las cosas de arriba. En el nombre de Jesús. Amén.

Autor: Jonas Roberto Flor