
𝐋𝐞𝐜𝐭𝐮𝐫𝐚: «Esfuércense y cobren ánimo; no teman, ni tengan miedo de ellos, porque contigo marcha el Señor tu Dios, y él no te dejará ni te desamparará» (Deuteronomio 31:6)
«¿Me acompañarás?» Esta puede ser la solicitud de personas que tienen miedo de ir a algún lugar desconocido o peligroso. «¿Puedes quedarte conmigo?» Esta petición muchos hacen cuando se sienten solos. Tener o sentir miedo es parte de la vida.
Sin embargo, Dios nos dice cariñosamente: «Esfuércense y cobren ánimo; no teman, ni tengan miedo de ellos, porque contigo marcha el Señor tu Dios, y él no te dejará ni te desamparará» (Deuteronomio 31:6). Esta fue una palabra de aliento para el pueblo de Israel y su nuevo líder, Josué, quien tuvo el desafío de reemplazar a Moisés. Estaban muy cerca de entrar en la tierra de Canaán, y no sabían qué les sucedería.
Dios conoce muy bien nuestros corazones y sabe que siempre necesita animarnos. Él hace esto dándonos Su Palabra y yendo adelante, abriendo el camino y dándonos todo lo que Él ha prometido.
Por lo tanto, cuando nos sentimos solos o con miedo, recordemos que Dios no nos desampara ni nos abandona. Jesús siempre está con nosotros. En Él tenemos salvación y con Él caminamos hacia la vida eterna. Con Jesús, el camino es seguro y los enemigos ya están derrotados. Su fuerza nos fortalece y nos llena de coraje. Su gracia y fidelidad nos aseguran que podemos confiar en él. Seamos fuertes y valientes porque Jesús va con nosotros.
𝐎𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬: Amado Jesús, que tu presencia en nuestras vidas nos dé el coraje de vivir cada día con la certeza de que todavía estás con nosotros y nunca nos abandonarás. Gracias por caminar con nosotros. En tu nombre. Amén.
Autor: Iderval Strelhow