𝐋𝐞𝐜𝐭𝐮𝐫𝐚: «No pongan su confianza en los poderosos, ni en ningún mortal, porque no pueden salvar.» (Salmos 146:3)
Vivimos en una época en la que la información es instantánea y está al alcance de la mano, en la pantalla de un smartphone. Cada día llegan a nuestros ojos u oídos miles de datos, de lo más variados posibles, y muchas veces parte de esta información no es cierta. Ante esto, ¿en quién confiar?
Algunas personas buscan difundir sus ideas e información a través de influencers digitales que, con sus millones de seguidores, buscan convencer a las personas de ciertas actitudes, pensamientos o moda. Ante tantas opciones de caminos e ideas a seguir, muchas personas terminan eligiendo confiar en las ideas o personas equivocadas. ¿Cuántas veces seguimos malas ideas y nos decepcionamos?
El Salmo 146 nos trae una advertencia sobre en quién no debemos confiar, dice: «No pongan su confianza en los poderosos, ni en ningún mortal, porque no pueden salvar» (Salmo 146:3). Cada vez que ponemos nuestra confianza en los seres humanos, podemos ser engañados e incluso decepcionados, porque los seres humanos son pecadores y defectuosos. Sólo en Dios debemos poner nuestra confianza y nuestra esperanza.
Frente a tantos caminos e ideas dispersas a nuestro alrededor, Jesús se presenta como el único camino, la única verdad y la única vida (Juan 14:6). El que confía en Cristo no se engaña y va por el camino de la vida eterna. Nuestra confianza debe estar puesta en Jesús y en su Palabra, la Biblia. Jesús no cambia, es el mismo ayer, hoy y siempre será, así que podemos confiar en él y así recibiremos la vida verdadera, la vida eterna.
𝐎𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬: Señor Dios, ante tantas ideas y caminos que el mundo me ofrece, enséñame tu camino y fortalece mi fe para permanecer en ti. En el nombre de Jesús. Amén.
Autor: Leandro Nilmar Konflanz