
𝐋𝐞𝐜𝐭𝐮𝐫𝐚: «¡El Señor ha apartado tus juicios, y ha expulsado a tus enemigos! ¡El Señor es el Rey de Israel, y está en medio de ti! ¡Nunca más verás el mal!» (Sofonías 3:15)
Hoy es miércoles y la vida sigue su curso. Para algunos, todo está bien. Para otros, no tanto. Las circunstancias de la vida pueden ser sorprendentes y ponernos frente a situaciones difíciles. La enfermedad, el desempleo, los conflictos familiares, todo esto es causa de intensos sufrimientos. A veces, estos desafíos nos dejan paralizados, arraigados en el miedo y la vergüenza.
Para afrontar esos momentos, las palabras del profeta Sofonías son un bálsamo reconfortante. Su mismo nombre, que significa «el Señor protege», refleja la intención detrás de sus palabras. Sofonías deseó lo mejor para su pueblo.
Después de denunciar los pecados y la ira divina, el profeta presenta un futuro prometedor: «Cuando llegue ese día, no tendrás que avergonzarte por ninguna de tus rebeliones contra mí, porque yo quitaré de en medio de ti a los que se alegran por tu soberbia, y nunca más volverás a envanecerte en mi santo monte» (Sofonías 3:11). E invita a la gente a alabar al Señor porque «El Señor está en medio de ti, y te salvará con su poder; por ti se regocijará y se alegrará; por amor guardará silencio, y con cánticos se regocijará por ti.» (Sofonías 3:15-17).
En el Nuevo Testamento, Jesús cumple esta promesa y nos trae el perdón, anulando la sentencia que estaba en contra de nosotros a causa de nuestros pecados. Además, nos dice palabras de aliento y superación: «Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo» (Juan 16:33). En otras palabras, nos protege incluso en medio de las tribulaciones.
Que estas palabras sean fuente de aliento y fuerza para todos nosotros, hoy y siempre.
𝐎𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬: Querido Padre celestial, permítenos darte gracias por nunca dejarnos solos y sin esperanza. Fortalécenos para que podamos avanzar. En el nombre de Jesucristo. Amén.
Autor: José Daniel Steimetz