饾悑饾悶饾悳饾惌饾惍饾惈饾悮: 芦Por eso el Se帽or, el que rescat贸 a Abrah谩n, dice as铆 a la casa de Jacob: Jacob ya no ser谩 avergonzado, ni su rostro volver谩 a palidecer禄 (Isa铆as 29:22)
La desilusi贸n es el sentimiento de tristeza, frustraci贸n, decepci贸n, p茅rdida de esperanza e incredulidad. La verg眉enza, por otro lado, es el sentimiento desagradable relacionado con la humillaci贸n y el miedo a la p茅rdida de dignidad o la falta de valor personal.
驴Alguna vez has estado en una situaci贸n en la que te sentiste desilusionado y avergonzado? De alguna manera, todos hemos tenido estos sentimientos. Y no es agradable pasar por eso. A veces se necesita tiempo para para recuperarse por completo.
El profeta Isa铆as habla de una situaci贸n en la que el pueblo de Dios se sinti贸 oprimido y agraviado. Los israelitas estaban desilusionados y avergonzados de la situaci贸n por la que estaban pasando. El sentimiento de desaliento era general. No ve铆an muchas perspectivas para el futuro. La palabra del profeta, sin embargo, es alentadora. En ella est谩 la promesa de Dios: 芦Jacob ya no ser谩 avergonzado, ni su rostro volver谩 a palidecer禄 (Isa铆as 29:22).
La justicia humana es defectuosa y a menudo opresiva. Esto ya era el caso en tiempos del profeta Isa铆as. El pueblo de Dios ha experimentado esto de primera mano y la injusticia sigue ocurriendo en todo el mundo. Tal vez hayas experimentado circunstancias en las que la justicia de los hombres ha sido mal dirigida.
Las mismas palabras que el profeta dirigi贸 a su pueblo siguen siendo v谩lidas para nosotros hoy: 芦Por eso el Se帽or, el que rescat贸 a Abrah谩n, dice as铆 a la casa de Jacob: Jacob ya no ser谩 avergonzado, ni su rostro volver谩 a palidecer禄 (Isa铆as 29,22). Dios no nos abandona. 脡l conoce nuestro sufrimiento, nuestras decepciones y nuestras verg眉enzas. Aunque aparentemente estamos derrotados aqu铆, tenemos la seguridad y la garant铆a de la vida eterna ganada por Cristo Jes煤s. All铆 ya no sentiremos derrotas ni humillaciones.
饾悗饾惈饾悶饾惁饾惃饾惉: Bondadoso Dios y Padre, te doy gracias porque eres mi Dios, que me cuida en todo momento. Gracias por darme la vida eterna, en la que ya no sentir茅 verg眉enza ni decepci贸n. En Cristo. Am茅n.
Autor: Orlando M谩rio Konrad