𝐋𝐞𝐜𝐭𝐮𝐫𝐚: «¡Enséñanos a contar bien nuestros días, para que en el corazón acumulemos sabiduría!» (Salmos 90:12)
«Cuánto tiempo tiene el tiempo», este es el título de un documental que narra el intento de explicar la percepción y la velocidad del tiempo. Aunque el título no es una pregunta, podemos hacernos con las mismas palabras: «¿Cuánto tiempo tiene el tiempo?»
Difícil de calcular o dar con una respuesta. Incluso con toda la estandarización que tenemos, el hecho es que no tenemos control sobre el tiempo. Lo máximo que podemos lograr es registrar y hacer algún cálculo de lo que pasa, porque el tiempo solo pasa, como diría el poeta Manoel de Barros: «El tiempo solo va de ida».
El tema del «tiempo» también es abordado por Dios en la Biblia. El salmo 90, la oración de Moisés, presenta la grandeza y la eternidad de Dios, incomprensibles para la razón humana, así como la fragilidad y finitud del ser humano. En este pasaje de la Biblia, el salmista pide al Señor: «¡Enséñanos a contar bien nuestros días, para que en el corazón acumulemos sabiduría!» (Salmo 90:12), es decir, que Dios nos enseñe, entre otras cosas, cuánto tiempo tenemos.
Esta petición nos ayuda a comprender y aceptar que no podemos contar el tiempo de la vida terrena, sino que tenemos a Dios y su eternidad junto con la finitud humana. Según la Biblia, un corazón sabio es como un reloj bien ajustado. Ni retrasados ni adelantos.
¿Cuánto tiempo tenemos tú y yo? Aquí no es posible saberlo, pero por la gracia y misericordia de Dios son más de cinco minutos con Jesús. Un tiempo que no está atado al presente ni al pasado. Pero el tiempo del Señor, que creó los cielos y la tierra, noche y mañana, y nos dio la vida, tiempo para vivir reconociendo el pasado, dando gracias por el don del presente y esperanzado por el futuro que, con Jesús, será eterno.
𝐎𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬: Eterno Dios, te agradezco el tiempo que ya tengo a tu lado. Por el tiempo que tienes conmigo hoy y por la eternidad que por la fe en Jesús está asegurada para mí. En su nombre. Amén.
Autor: Renato Rodrigues Farofa