饾悑饾悶饾悳饾惌饾惍饾惈饾悮: 芦隆Alaben al Se帽or, porque 茅l es bueno! 隆Canten salmos a su nombre, por su bondad! (Salmo 135.3)
Muchas veces decimos cosas que no queremos decir y luego nos arrepentimos. En el calor de una discusi贸n, terminamos usando palabras que no reflejan lo que realmente pensamos. Hablar de 芦sin pensar禄 puede herir, ofender y alejar a las personas. En estos casos, es importante pedir perd贸n. Y que el perd贸n no debe ser 芦de palabras禄, sino que debe provenir de un coraz贸n arrepentido.
El profeta Isa铆as dice que el pueblo de Dios actuaba 芦solo de palabras禄. Escribe: 芦El Se帽or dice: A decir verdad, este pueblo se acerca a m铆 con la boca, y me honra con los labios, pero su coraz贸n est谩 lejos de m铆; el temor que de m铆 tiene no es m谩s que un mandamiento humano, que le ha sido ense帽ado禄 (Isa铆as 29:13). All铆 no hab铆a un coraz贸n arrepentido, porque estas personas viv铆an lejos de Dios. Eran un pueblo que realizaba ceremonias solo en apariencia, con un coraz贸n duro e infectado. En lugar de adoraci贸n genuina, hab铆a idolatr铆a e inter茅s propio.
La fe en Jes煤s es un don que Dios nos da. Esta fe cambia nuestros corazones de orgullosos a humildes, de pecadores a arrepentidos y perdonadores. Cuando Jes煤s habita en nuestras vidas y corazones, tenemos perd贸n y vida eterna. Y cuando eso sucede, nuestra oraci贸n, alabanza y adoraci贸n ya no son 芦de palabras禄, o solo para lograr metas y rituales, sino que suceden con amor y alegr铆a, como respuesta de toda su bondad. El Salmista nos invita: 芦隆Alaben al Se帽or, porque 茅l es bueno! 隆Canten salmos a su nombre, por su bondad!禄 Salmo 135.3
Creer en Jes煤s tambi茅n nos permite elegir mejor las palabras que usamos con nuestro pr贸jimo. Cuando esto sucede, el coraz贸n brota de paz y la boca comienza a desbordarse con el amor que viene de Jes煤s. As铆 que pasamos a hablar de este Dios y de su perd贸n del mundo.
饾悗饾惈饾悶饾惁饾惃饾惉: Gracias, Jes煤s, por entrar en mi coraz贸n y cambiar mi vida. Gracias por su perd贸n. Sigue fortaleci茅ndome con tu Palabra para que pueda testificar de coraz贸n, no 芦de labios para afuera禄. Por Jes煤s. Am茅n.
Autor: Paulo S茅rgio K眉hl