
饾悑饾悶饾悳饾惌饾惍饾惈饾悮: 芦Aunque todav铆a no florece la higuera, ni hay uvas en los vi帽edos, ni hay tampoco aceitunas en los olivos, ni los campos han rendido sus cosechas… yo me alegro por ti, Se帽or; 隆me regocijo en ti, Dios de mi salvaci贸n!禄 (Habacuque 3:17-18)
El profeta Habacuc termina su breve libro de tres cap铆tulos con una oraci贸n. Ante lo que ha visto y o铆do de Dios, comienza a orar. Una definici贸n simple de oraci贸n es 芦hablar con Dios禄. Habacuc habla con Dios. Su ejemplo nos incentiva a hacer lo mismo. Incluso dar gracias, como si Dios ya nos hubiera respondido. Este ejercicio es interesante y muy consolador.
Cuando Habacuc vio que Dios traer铆a juicio a las personas pecadoras, se asust贸. Pero su fe fue m谩s all谩, hasta el punto de interceder ante Dios, a pesar de que tambi茅n era un pecador. Sab铆a que el Se帽or es bueno y que su misericordia perdura para siempre. Confiado en la misericordia de Dios, Habacuque or贸: 芦Aunque todav铆a no florece la higuera, ni hay uvas en los vi帽edos, ni hay tampoco aceitunas en los olivos, ni los campos han rendido sus cosechas; aunque no hay ovejas en los rediles ni vacas en los corrales, yo me alegro por ti, Se帽or; 隆me regocijo en ti, Dios de mi salvaci贸n!禄 (Habacuque 3:17-18).
En medio de las aflicciones que nos sobrevienen de diversas maneras y en diversos momentos, tambi茅n nosotros podemos hablar con Dios, seguros de que 脡l nos escucha. 脡l quiere salvarnos y recibir nuestras acciones de gracias como testimonio de nuestra fe.
Usted puede orar siempre, en el nombre de Jesucristo, porque a trav茅s de Jes煤s el Padre nuestro escucha nuestra oraci贸n. 脡l acoge a todos como un padre amoroso acoge a sus hijos. Jes煤s tom贸 nuestro lugar en la cruz, d谩ndonos el perd贸n y haci茅ndonos hijos de Dios. A trav茅s de la fe en Cristo, nuestra oraci贸n al Se帽or se convierte en una fuerza para una vida firme y hacia adelante, siempre en la perspectiva de que Dios cuida de los suyos. Incluso si sucede algo dif铆cil, 茅l tambi茅n cuidar谩 de ti.
饾悗饾惈饾悶饾惁饾惃饾惉: Amado Padre celestial, recibe nuestra oraci贸n. An铆manos en el camino de la vida a ver tu mano bondadosa actuando, sosteni茅ndonos. A trav茅s de Jesucristo. Am茅n.
Autor: Jos茅 Daniel Steimetz